Una producción periodística de Señales de Humo, con la colaboración de Libreta de notas.

ADVERTENCIA

ADVERTENCIA: Si usted llega por primera vez a esta página, le recomendamos que comience a leer las entradas guiándose por el ARCHIVO DEL BLOG ubicado en el menú de la derecha. Debe empezar por la entrada más antigua e ir avanzando cronológicamente hacia la más nueva. De esta manera, podrá disfrutar del mundial de Australia como si lo viviese en directo.

miércoles, 30 de junio de 2010

Contracorriente: Échale la culpa a Río

 La FIFA tiene que introducir el burka en las tribunas: así no hay quien se centre.

Por Brian Johnson /Redactor jefe del Acca Dacca Journal
No se confundan. Lo del otro día no tiene mérito, tiene culpa.
La culpa es de los brasileños, que estaban en otro lado. Quizás en Río, soñando con el carnaval. Si no, no se explica.
Pero la culpa no es de uno, sino de todos. No me vengan ahora a cargar las tintas sobre el pobre Carlinhos dos Santos, un fantasista, uno de esos jugadores que le hacen bien al fútbol. Arriesgó y le salió mal, pero arriesgó.
No como Australia, nuestra Australia, que no arriesga nunca. Tenemos a uno de esos jugadores especiales entre los nuestros y se llama Heath Jackman. Pero fue castigado injustamente por la flema inglesa de un entrenador que juega siempre al filo de la navaja. ¿Cómo es posible que solamente le dé un tiempo, tan sólo cuarenta y cinco minutos, al único Socceroo capaz de amedrentar a la zaga brasileña?
La culpa también es de ese balón nuevo, el Jumanji. No dobla, la pelota no dobla. Y del verano y la torcida con mujeres voluptuosas. Así no hay quien se concentre. Bueno, sí: las marionetas insensibles de John Whiscoigne.
Australia depende de los milagros: de la expulsión de Archivaldo, del ingobernable Jumanji, del travesaño providencial, del penal de Carlinhos, de las garotas que bailan en la tribuna y distraen a los futbolistas… En definitiva, la suerte no dura para siempre. No puede durar para siempre. El próximo rival, Costa de Marfil, firmará los pasaportes de nuestro regreso a casa.

No hay comentarios:

Publicar un comentario