Los once ante Alemania

Australia presentará un equipo práctico ante una Alemania que sólo piensa en remontar el resultado. Jackman, nuevamente en el banco. Inesperadas declaraciones de los entrenadores.

Hans-Dieter Bohlen y John Whiscoigne se verán las caras en la final.

(Rodolfo Frascara. ENVIADO ESPECIAL). “Quienes piensan que tenemos mucho que ganar y nada que perder, se equivocan. Quizás Australia no vuelva a tener en su historia una oportunidad tan clara de ganar el Mundial como ésta. Los alemanes, en cambio, van a estar en la final del Mundial que viene, o en la siguiente. Están abonados.”

Así de claro se expresó el seleccionador de Australia, John Whiscoigne, antes de dar la lista de jugadores que saltarán al terreno de juego en el gran partido del torneo. “No vamos a regalar nada bajo el consuelo de que ya hicimos mucho más de lo que nos habíamos propuesto”, continuó el técnico, quien añadió que se trataba del “partido más importante de mi carrera y la de mis jugadores, y no estoy dispuesto a entregarlo.”

Sin Kinnear

El primer dato que dio el seleccionador fue la inesperada ausencia de Greg Kinnear, que sufrió una tonta lesión al torcerse el tobillo bajando las escaleras del hotel. “Le dije que usara el ascensor, pero mis chicos son muy deportistas”, explicó Whiscoigne. Su lugar será cubierto por Sam Montgomery, que ya tuvo algunos minutos en el partido de cuartos ante Costa de Marfil. El resto de la defensa lo compondrán las restantes K irlandesas (Kelly, Kilkenny y Kennedy).

Con la clara y única misión de destruir el juego alemán, ocuparán el centro del campo Colin Hay y Antonio Lapaglia. Vanda y Young se ocuparán de detener a los carrileros alemanes, mientras que Gibson intentará dominar algún balón de ataque para habilitar al único delantero, Casey Doohan.

El periodista T.T. Ferdinand consultó a Whiscoinge: “La ausencia de un capitán como Kinnear, en una defensa que jugó junta todos los partidos del torneo, no sólo es un problema táctico, sino que también rompe la cábala mágica de las cuatro K de Irlanda que parecían un conjuro mágico contra los ataques rivales y mantenía incorrupta, como una muralla de castidad, la meta de Garrett”. Whiscoigne sólo respondió: “¿Quién te dio letra, T.T.? ¿Alejandro Opa?”

Alemania, a remontar

Por su parte, Alemania saldrá con un planteamiento un tanto extraño. El director técnico alemán, Hans-Dieter Bohlen, recordó que Australia aún no ha convertido ningún gol en todo el campeonato, más allá de las tandas de penales. “Ayer estuvimos analizando los videos con mi hermano Louie [su ayudante de campo] y hemos llegado a la conclusión lógica de que esta situación no puede durar para siempre. Australia va a hacer un gol. Así que he mentalizado a mi equipo de que, como mínimo, empezamos perdiendo el partido con un gol en contra que remontar”, confesó en la rueda de prensa.

Ante la incredulidad de los periodistas, quienes no paraban de decirle que ya tenía ganada la final, que tenía que ocuparse de si Holzbein iba a salir goleador o de quién iba a ser la figura del torneo, Bohlen se mostró muy claro: “¡Hablemos del gol de Australia, cojones ya! El gol de Australia va a llegar…”

Así las cosas, Alemania saldrá a la cancha con tres delanteros, un mediapunta, un volante de contención, dos carrileros ofensivos y defensa de tres con líbero y stoppers. Las grandes armas del conjunto teutón son Jens Holzbein y Max Schnellrennpferd, atacantes veloces y certeros.