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Continuamos con la retransmisión.
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ALARGUE
CAMPO: Mientras los jugadores reciben masajes, Hans-Dieter Bohlen les dice a suyos, uno por uno, que su tesis era correcta y que el gol australiano ya es un hecho. “Es ley del fútbol: después de errar tanto nosotros, es lógico que llegue el tanto de ellos”, les dice a la pasada.
ANÁLISIS: El problema para Alemania no es que llegue el gol de Australia, sino que ocurra en el peor momento, en el último minuto de la prórroga, cuando no haya manera de volver atrás.
CAMPO: En el otro banco, John Whiscoigne aplaude a sus muchachos, especialmente a Heath Jackman, y dice algunas cosas que los jugadores apenas escuchan. Lapaglia y Hay están comparando las marcas de los pelotazos que recibieron a lo largo del partido, y Doohan se lamenta con Abbondanzieri de que Jackman no le hubiera dado el pase en la única jugada de peligro a favor de los Socceroos. Gibson le pide el cambio al segundo entrenador, mientras que Montgomery se deja aconsejar por Kinnear y Kennedy.