El balance de la primera rueda deja tres empates y ningún gol, pero la clasificación a octavos. Whiscoigne, conforme. Celebración en un pub local.
Por Fernanda Niembra
La participación australiana en el Campeonato Mundial de Fútbol es el juego del vaso medio lleno o medio vacío. Como dijo algún sabio, Australia juega sin arcos, aunque eso parece suficiente. Ningún gol a favor, pero ninguno en contra. Ninguna victoria, pero ninguna derrota. Tres empates que fueron suficientes para pasar de ronda en un grupo complicado en el que, a priori, nadie daba nada por los Socceroos.
Equipo | Pts | PJ | G | E | P | GF | GC |
Holanda* | 7 | 3 | 2 | 1 | 0 | 8 | 1 |
Australia* | 3 | 3 | 0 | 3 | 0 | 0 | 0 |
Serbia | 2 | 3 | 0 | 2 | 1 | 4 | 5 |
Corea del Sur | 2 | 3 | 0 | 2 | 1 | 3 | 9 |
La rueda de prensa posterior al partido contra Holanda mostró a un John Whiscoigne medido y alejado de la euforia. “Estoy satisfecho, orgulloso de mis jugadores, de la disciplina táctica demostrada, de la responsabilidad y del compromiso del equipo”, señaló.
Parecía más un discurso de despedida que de celebración. Algunas fuentes del entorno australiano afirman que, de hecho, era el speach que el entrenador tenía preparado para después de la eliminación.
El entrenador de Australia, John Whiscoigne, muy medido en la rueda de prensa.
En el turno de preguntas, la mayoría de los periodistas acreditados preguntó “¿Qué se siente?” Whiscoigne respondió que “es lo más parecido a una borrachera: estoy contento pero no tengo ni idea de dónde estoy parado.” Luego añadió que a partir de este momento sólo queda disfrutar de lo conseguido y seguir soñando con “la selección australiana que todos llevamos adentro del corazón.” Ante la interpelación del periodista Brian Johnson acerca de por qué no jugó Jackman de entrada, Whiscoigne sólo respondió: “Vos también la tenés adentro (del corazón a la selección)” y dio por concluida la ronda de preguntas.
Celebración
La selección australiana de fútbol celebró la clasificación a octavos en un conocido pub británico de la ciudad. Algunos de los casi cien hinchas que acompañan a los Socceroos también asistieron a la ronda de copas invitadas por el entrenador John Whiscoigne. La fiesta se prolongó hasta altas horas de la madrugada e incluyó el consabido carnaval carioca. ¿Se estarían entrenando para bailar al ritmo de los brasileños?
John Whiscoigne celebra la clasificación, que dedica cariñosamente a algunos miembros de la prensa.
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