Por Dieter Laser /Teamgeist Experte
Cortito y al pie: Alemania es mi candidato. Concluida la primera ronda de partidos, nadie jugó mejor. De hecho, ¿para qué jugar el torneo, si todos sabemos lo que va a pasar?
Tarjeta amarilla: Decepcionante arranque de Holanda y España. A la Naranja Mecánica le costó mucho ganarle a Serbia, y a Naranjito le sobra talento pero está lento. Otra vez.
Tarjeta roja: ¿Por qué dejan jugar un torneo de este calado a equipos de barrio como Corea del Sur, Australia, Túnez o Francia? Uno no sabe si lo que ve en la cancha son once jugadores o un ciempiés humano sin acierto ni concierto. Prefiero ver una película mala antes que los soporíferos partidos de estos conjuntos.
Ojo al piojo: Impresionante debut mundialista del joven extremo italiano, Vincenzo Quadrifoglio. En medio del catenaccio más rancio, una cuota de luz y esperanza. Hay que matarlo ahora antes de que se haga grande.
Toque final: Sólo allí donde el fútbol se vive con pasión, como en Brasil, Italia o Argentina, puede haber una real amenaza para la selección germana. Los demás son figurantes. Palabra precisa, palabra de Laser.
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